Hoy ya sí entramos en Lofoten. Déjamos Bodo y cogimos ferry. La carretera hasta el ferry ha dado para una parada a disfrutar del paisaje y comprar comida para los tres días en las islas.
El ferry ha sido tranquilo. La entrada a Lofoten pues bueno, chispeaba y al principio muchas obras que desmerecen el paisaje, qué manía tenemos de humanizar todo y hacer carreteras enormes, ains es como si rompieran montañas, arañasen bellas zonas para nuestros puentes, túneles y odiosas autopistas.
Al ratito ya desaparecen las obras y hay más calma, las casitas parecen esparcidas sin querer tocarse al borde de lagos y fiordos, alguna más rarita prefiere la ladera de lagos montaña y como no, los camping ocupan las laderas de fiordos para agradar al turista.
Ciertamente son necesarios, yo escribo desde la habitación del hotel al lado de un fiordo, con un parking en medio porque mi hotel no vale los 300/409 euros del hytter o casita del borde que las hay ja ja. En fin, que no soy quien para criticar pero me encanta la naturaleza sin rasgarla ( aunque yo he necesitado hotel para descansar).
Hemos hecho una pequeña intrusión en Lofoten, cruzando un puente chulo, una iglesia octogonal y ya al hotel, habitación grande con nevera, microondas y hervidor q nos vendrá de lujo para las cenas.
A cenar y descansar.
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