Salimos de Varsovia , hoy tocaba dejar autopistas e ir por carreteritas e ir parando . Los primeros kilómetros dices que guay, mucho mejor que autopistas, que lo es, pero cuando llevas ocho horas entre 30, 50 y 70 km/h acabas hasta el gorro.
El primer pueblo nos creó unas expectativas que Iara nada se cumplieron, había tantos coches, tantos parking de Iago por supuesto que te imaginas que debe ser la leche. Pues no, lo mejor una especie de pan brioche con forma de gallo típica de allí, un pueblo normal con una plaza y su mercadillo y trenecito, un castillo en ruinas en lo alto que ni castillo parece y poco más.
Unas paradas para despertar, y en busca de una curiosidad, un pueblo cuyos habitantes han pintado unas flores a mano en las fachadas y es curioso, a mi me ha molado, a Sergio no tanto pero claro es que no veía ninguna .
Y finalmente tras una iglesia que a mí ni fu ni fa y un café… a Cracovia. Ya estuvimos en 2011, no me acordaba de nada, ains, más vale que no desarrolle un Alzheimer porque me preocupa mi falta de memoria.
La plaza principal con el mercado en medio, una torre súper chula etc, es impresionante.
Y cenar… muy bien de nuevo.
Mañana más.
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