Hoy ha sido un día de transición a Trondheim, y es que ahora tocan tres días de no ver mucho y acercarse hasta Lofoten.
Las carreteras como hoy, da igual no ir a ver nada concreto, no son la espectacularidad de otras atrás pero porque nos acostumbramos a lo bueno y los ojos dejan de asombrarse. Aún así, yo en muchas ocasiones no paro de cie, madre mía que brutalidad, qué maravilla, montañas inmensas a pie de fiordo, verdes intensos que pocas veces veo, una maravilla.
En días como hoy donde el sol nos ha acompañado todo el rato, los túneles sobran, aquí los túneles tienen desde 4/5km a 14 km y digo bien, no me equivoco.
Y ya en Trondheim visita a la catedral, fachada principal impresionante, el puente Viejo con sus casas de colores suspendidas en el agua y callejuelas empedradas ( que ahora en obras desmerecen claro).
La cena… pizza, y es que los precios son prohibitivos, a 24 euros cada pizza y 10 las cervezas, en fin, es lo que toca.
Mañana un poquito más
No hay comentarios:
Publicar un comentario