viernes, 31 de agosto de 2018

Ruta a la alemanya. 31 de agost de 2018


Adiós Holanda, adiós Amsterdam, hoy toca posar Bélgica y llegat a Reims, Francia. Francia? Acaso estamos volviendo? Aggggg, pues si y es que todo lo bueno se acaba y el lunes empiezo a currar, S.O.S, he leido algún mensaje, hay quien dice nos vemos prontito!!! Pero como puedes decir eso y contenta?, Ains debe ser que yo necesito más tiempo de ocio que el resto, tiempo de familia, de no reloj, de no prisas, de que nadie me marque pautas, jo y es que se está muy bien así, pero de momento estos días son gracias a los de trabajo, así que pensaré en los próximos viajes y serán llevaderos, seguro.
Pero esto no ha acabado y aún quedan dos días para disfrutar y coger fuerzas.
La primera parada de hoy ha sido en Malinas, perdonar si confundo un pueblo con otro pero la cena de hoy ha estado muy regada y no con agua. Malinas destaca por sus edificios señoriales y recargados, la catedral y el que yo diría que es más espectacular, su ayuntamiento o en caso de equivocarme llámese edificio oficial, hemos dado un paseo agradable y he aprovechado para felicitar a Marisa, mi AMIGA, con mayúsculas y es que hoy es su cumpleaños, ojalá la pueda ver a la vuelta en Zaragoza.
Carreteritas tranquilas y a ritmo, y nueva parada, Lovaina. Hoy había mercado, hemos intentado comer unos moules frites pero ni hablar, todo burguer, pizzas... así que vuelta por sus calles y a la moto.
De pronto, como otras veces, mira! Aviones, pero esta vez haciendo acrobacias, estaban ensayando, eran aviones militares y a Sergio le encantan y Ami también así que nos hemos metido en un camino al lado de un campo de nabos, sí de nabos y en un trocito de tierra me he puesto a calentar una crema de setas que llevábamos y hemos comido con espectáculo gratis, me ha encantado y es que Sergio me iba narrando las piruetas, etc ains este chico sabe de todo, y a mí, me encanta.
Y con tanto buscar los moules y aviones se nos había olvidado buscar pegatina de Bélgica para la moto, quedaba un último pueblo, Dinart, antes de despedirnos de Bélgica.
Llegamos a Dinart, buscábamos una foto de la Iglesia de Dinart seguida de casitas a la orilla del  Río,  eso fue fácil, pasamos por el puente lleno de saxofones pintados de diferente mancera y cada uno asociado a un país, curioso porque el pueblo entero sí ootra cosa tiene son saxofones, saxofones grandes, pequeños de madera, de hierro, en edificios oficiales, en puentes, casas llamadas maison de Saxo, y muchas cosas más, por algo será. Su iglesia aunque parece que su curiosidad radica en su nclave arañando la piedra de la montaña, su belleza va también por dentro, tiene una pequeña de sus vidrieras de una cara lateral que es espectacular y su altar también es rico en vidrieras .
El reto venía ahora, encontrar una pegatina de Bélgica, porque ya nos íbamos del país, hemos recorrido el pueblo de arriba a abajo y ni una sola tienda de recuerdos, nos íbamos ya cuando...ajá Justo en frente de las motos a un lado De la Iglesia, allí estaba la única tienda de souvenirs de todo Dinart, la señora se debió hacer con el monopolio del pueblo ja ja , el caso es que pegatina conseguida. y ya como otros días, deseando llegar a la ducha y descansar gasolina, un café buenísimo con sabor a chocolate y el de Sergio con sabor a avellana y en marcha hacia Reims.
En Reims a destacar los moules que sí hemos cenado, con una hamburguesa y de postre un gofre con chocolate y nata espectacular( ya recuperaremos el régimen el lunes) y un litro de cerveza don Dergio y yo otra de 33 cl, más lo que he bebido de la Sergio para que la cosa no fuera a mayores, nos hemos reído un montón, ha sido un día genial.
Hoy me quedo con el color de esa inmensa jarra de cerveza, su olor y el momento de Sergio pidiendo el postre, donde yo no podía aguantar la risa y es que esto de los idiomas nos llevan a situaciones en las que sin saber porque nos morimos de la risa. 

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