lunes, 27 de agosto de 2018

Ruta a la alemana. 27 de agosto de 2018.n Alemania


Ayer tocaron pueblecitos y alguna iglesia más Estrasburgo, hoy tocaban castillos, algún pueblo y Nurenberg . El primer pueblo, Grengenbach, ya en Alemania, le quitaremos estrellas, si pasas... bien, pero pasar de propio...pués no, una plaza agradable con casitas a la alemana, tejados en punta, ventanas cuadradas y dispuestas para foto, pero después de lo de ayer, pués como que no le hemos dado importancia. La carretera era agradable, entre bosques de enormes abetos como si estuviéramos a garan altitud, pero no, en cambio, ser´ña el clima frío, o lo que sea que el verde es intenso, los árboles...gigantes y es que en Alemania, todo es grande. Hemos rodado tranquilos pero a ritmo.
El primer castillo” Hottenzolen Castle”, muy chulo visto desde abajo, presidiendo una montaña, por dentro? Ni idea, imagino como todos, salas museo y las demás dependencias similares a otros castillos, ya al llegar hemos visto el parking de pago, y como la foto que buscábamos, ya la teníamos, carretera y manta y p´alante.
Siguiente castilllo “ Lichtenstein Castle”, Esta vez, sí hemos pagado, no con entrada al castillo si no solo al recinto exterior, pero la foto que buscábamos, solo podía ser desde allí, y merecía la pena.
Una paradita y a comer, un mini bocata de sardinas, que por cierto no se si ha sido eso o el que, porque últimamente me pasan cosas raras, brote de alergia, y ahora mismo estoy que me pica todo, sarpullido incluidos, será la edad?, madre mía.
Y bueno ya habíamos probado la autopista alemana, esas que de pronto tachán la señal de velocidad y eso significa...corre lo que te de la gana, y...la he probado, ains que subidón de adrenalina, 170km/h algunos dirán pués no es tanto, pero para mí...sí, yo creo que ni en coche había ido  nunca a esa velocidad. ¿La moto? Cuanto más le daba, más fina iba, el viento ni lo notaba, una gozada pero consciente de...madre mía, qué barbaridad, así que a ratitos fuerte y a ratitos no tan fuerte...los km hoy han pasado muy, pero que muy rápido.
Y por último, llegada a Nurenberg, ducha, ceniza , y un paseo agradable por la parte antigua del centro, muy chula,  la catedral, tien una fachada principal...impresionante, y sobre todo es que tienen su aspecto envejecido intacto, sin limpiezas ni restauraciones, y así es como me gustan a mí. Desde luego impresiona mucho más la de Estrasburgo, pero esta también nos ha tenido un estilo admirándola. Un par de iglesias más puentes de madera, otros cubiertos con tiendas, todos muy bonitos, plazas con gente sentadas por el suelo, hablando, en modo botellón tranquilo como cerca del castillo y caminando tranquilos, de nuevo al hotel ya cenadicos y muy bien, otro descubrimirntoeste pueblo, éste sí que lo recomiendo.
Hoy me quedo con una imagen, un sentimiento, la emoción de darle ala gas en esa  autopista, sabiendo controlar el puño y la cabeza.

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