En una parada para descansar, un señor de una furgoneta, de esas que llevan al perro, y que se ve por dentro un desastre... Nos ha saludado, sacado unas salchichas y nos las ha regalado, comer comer , no es por lo que valiesen si no el detalle, y es que los que menos tienen, son los más dados a compartir, y mira, nos ha salvado la comida. Ha comentado con Sergio sobre zonas que le encantaban y han tenido una conversación agradable.
De ahí o Porpatrick, un pueblecito pintoresco de Costa, nos hemos terminado las salchichas, volado el drone, y seguimos en barco hasta Belfast.
El viaje, dos horas que han sido entretenidas, porque un grupo de 15/20 irlandesas estaban como locas, y no ha sido posible descansar, eso sí era como un reality en directo, vaya equipado, en kilos superaban la tonelada y en decibelios todo lo permitido , bufff. Han acabado con el alcohol de todo el barco, aunque vamos, todos iban igual. Madre mía cuanto beben.
Ya en Belfast, hotel, ducha y a cenar, al final un pub, pero el restaurante estaba en otra planta, hemos cenado de maravilla.
Hoy 11 de julio, se hacen por toda la ciudad unas torres hechas con pales y a partir de media noche se queman, a veces surgen disturbios pero no nos hemos quedado a comprobarlo, claro. Curioso, cuestiones politicas.
Y bueno ya estamos en Irlanda del Norte, hemos visitado uno de esos muros, que los hombres a lo largo de la historia han levantado para separar, por no querer ver, zanjar todo, o más bien nada; Interesante de todos modos.
Una fotico, crónica y a dormir que aún sabiendo que las crónicas no están revisadas para la puntuación y cuidado estético, no sabéis el trabajo que llevan sobre todo cuando estás cansada.
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