Ah si, q nos hemos montado en la moto y llovía, al poquito de empezar ruta como cada mañana y varias veces al día, un grito por mi parte.. Sergioooooo, y él dice queeeee, oye... Queeeeeee, Que te quiero!!! Ja ja, ya se ha acostumbrado el pobre, soy pesada sí, pero estas cosas son Belén, para bien y para mal. Y dice ¿ por qué estás tan contenta? Y le he dicho, y porque, no? Y es que somos afortunados, muy afortunados, cada día que nos levantamos y más ahora en viaje, me siento agradecida, así que llueva o no llueva( mejor si deja intervalos que no) da igual.
Y el día era para llegar hasta Tinahely, un pueblecito cerca de Dublín, mañana y pasado patearemos Dublín antes de despedirnos de Irlanda.
Una paraditas para ver el Rock Of Cashel, hemos pagado su correspondiente entrada y la verdad, era chulo, no entraré a valorar si 8 euros de entrada se ajustan, pero son ruinas que molan, salvo la parte restaurada, que como sabéis, odio esas restauraciones donde se pierde el ennegrecido de la piedra, donde parece que se borra el paso del tiempo y dan forma a lo que aún perdiéndola contaba más cosas que ya restaurada. Aprovechando que en la zona de parking de 4,5 euros, que no hemos pagado porque hemos salido por la entrada( porque no había parking de motos y no hemos usado plaza) y viendo la mesita y banco ideal, hornillo y a comer, claro que ha llovido, pero nada de importancia y ya, rumbo al hotel.
Ya había cesado la lluvia hasta que primero yo, ya en la puerta del hotel, en calle con rampa, que no podía aparcar, y luego Sergio que no se decía donde dejarme la moto, ha sido tiempo suficiente para que sacáramos las maletas mientras de nuevo, empezaba a llover, ja ja si es que ya hasta nos esperamos a que llueva. Cenita en el hotel, crónica y a descansar que mañana toca llegar a Dublín.
A descansar!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario