Para empezar hoy no ha llovido, bien!!! Y el desayuno en el hotel, ha sido bueno, no como ayer pero parecido. Salimos dirección Saint Andrews, y ha merecido la pena, ruinas en muy buen estado, lo que queda, y pasear entre las tumbas daba un poco de yuyu pero esas torres y arcos de entrada desde donde las nubes se cuelan y el ciel azul del cielo parece más intenso, es genial. Hemos pasado un buen rato haciendo fotos y disfrutando de la tranquilidad.
Después la abadía de Dunkeld, bueno la abadía está en reconstrucción lo que es el claustro que precisamente es lo que más nos gustaba, así que... Así que nada, porque está situada a las orillas de un río con bancos estratégicamente situados frente él, en un sitio rodeado de árboles y las piraguas y una barca de dos pescadores en medio que parecían situados a propósito para completar la postal. Por supuesto ha habido momento banco, en paz, mirando el agua, el puente, mirando nada, y tan a gusto, porque a veces no se necesitan grandes cosas para ser feliz, a veces solo hace falta pararse y disfrutar, sin hacer nada, nada de nada; bueno algún beso y alguna mirada, pero de verdad que lo importante es decir, para, aquí y ahora, porque sí, somos afortunados de poder viajar y disfrutar de tantos momentos regalados.
Después Pitlchry, un pueblecito de esos turísticos de tiendas y souvenirs, y que hemos decidido no parar, creo que la gente, el tienda más tienda, no apetecía después de nuestro momento relax.
Blair Castle, un castillo todo blanco por fuera, bonito para foto pero de esos que ya en el parking tienes que pagar y no puedes ni hacer foto,muestra media vuelta y seguimos, al rato hemos parado en un área de descanso a tomar una ensaladisima de esas de lata con un par de galletas y fin, ya tocaba llegar al hotel, hoy una residencia de estudiantes en una universidad en Imverness.
A nuestra llegada un señor le ha dado la brasa a Sergio, era extraño con una cerveza y demasiado desaliñado, pero creo que era buena gente , solo quería hablar.
Por la noche una vueltecilla por Imverness y cena en un restaurante de los de clavada, y no para repetir, y es que donde queríamos daban hora y había que esperar 45 min, y nos parecía mucho, al final hemos cenado más tarde y más caro, en fin, a veces te equivocas, es lo que hay.
De colores no hablo, creo que el color de todos los días será el mismo, verde musgo, verde botella, verde fosforito, vede pastel... Y así hasta acabar con toda la gama de verdes. Y olor... A hierba recién cortada, a madera fresca, a más hierba, a árboles y campo. Y es que Escocia es... Verde.
Después la abadía de Dunkeld, bueno la abadía está en reconstrucción lo que es el claustro que precisamente es lo que más nos gustaba, así que... Así que nada, porque está situada a las orillas de un río con bancos estratégicamente situados frente él, en un sitio rodeado de árboles y las piraguas y una barca de dos pescadores en medio que parecían situados a propósito para completar la postal. Por supuesto ha habido momento banco, en paz, mirando el agua, el puente, mirando nada, y tan a gusto, porque a veces no se necesitan grandes cosas para ser feliz, a veces solo hace falta pararse y disfrutar, sin hacer nada, nada de nada; bueno algún beso y alguna mirada, pero de verdad que lo importante es decir, para, aquí y ahora, porque sí, somos afortunados de poder viajar y disfrutar de tantos momentos regalados.
Después Pitlchry, un pueblecito de esos turísticos de tiendas y souvenirs, y que hemos decidido no parar, creo que la gente, el tienda más tienda, no apetecía después de nuestro momento relax.
Blair Castle, un castillo todo blanco por fuera, bonito para foto pero de esos que ya en el parking tienes que pagar y no puedes ni hacer foto,muestra media vuelta y seguimos, al rato hemos parado en un área de descanso a tomar una ensaladisima de esas de lata con un par de galletas y fin, ya tocaba llegar al hotel, hoy una residencia de estudiantes en una universidad en Imverness.
A nuestra llegada un señor le ha dado la brasa a Sergio, era extraño con una cerveza y demasiado desaliñado, pero creo que era buena gente , solo quería hablar.
Por la noche una vueltecilla por Imverness y cena en un restaurante de los de clavada, y no para repetir, y es que donde queríamos daban hora y había que esperar 45 min, y nos parecía mucho, al final hemos cenado más tarde y más caro, en fin, a veces te equivocas, es lo que hay.
De colores no hablo, creo que el color de todos los días será el mismo, verde musgo, verde botella, verde fosforito, vede pastel... Y así hasta acabar con toda la gama de verdes. Y olor... A hierba recién cortada, a madera fresca, a más hierba, a árboles y campo. Y es que Escocia es... Verde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario