El día ha amanecido lluvioso y termina lluvioso. Un pequeño respiro en una de las paraditas de esos pueblos aquí catalogados como "beautiful Life" , Culross. Bueno beautiful, beautiful... Normalito. Pero como siempre, Sergio le sabe sacar provecho con la cámara.
Vamos en orden, lo primero ha sido la Capilla de Rosslyn, esta sí que merece la pena, es como la Saint Chapelle en París, sin tener ningún parecido, salvo que ambas son muy peculiares, y donde bien merece pasar media hora disfrutando de su historia. Y mira si me ha gustado que me he tragado la charla en inglés de uno de los que estaban allí para que no hagas fotos y explicar cosas, daba gusto oírle, ponía pasión y ganas, mira que a este no le puntuaron en el cole la exposición oral como hacemos ahora, pero lo ha hecho de diez. ¿Qué ha dicho? Ni idea, solo he entendido la palabra because, capitel y seven pero no me quería ir hasta que acabase, cosas mías. Pues lo dicho, muy interesante, jamás vi una capilla con tantas filigranas en la piedra e historias curiosas, como los motivos de plantas exóticas o de países como América, maíz, aloe vera, etc siendo que se construyó antes de descubrir América, curioso. O ese maestro de la piedra que mató a su aprendiz porque cuando volvió de viaje los celos no le permitieron valorar la columna que su aprendiz había hecho mucho mejor que la suya. O como ahora esa capilla tiene calefacción en el suelo y ha sido restaurada magistralmente( y lo digo yo q odio las reconstrucciones), a raíz de los beneficios por salir en la película de Código Da Vinchi. Vamos que entre la charla del súper Guia, la traducción abreviada que me ha hecho Sergio mientras tomábamos como no, un té y el folleto en español que me había leído en la capilla , he quedado encantada.
Habíamos llegado chipiadicos, o sea, empapados, y esta visita ha hecho que me diera igual la lluvia, bueno hasta que hemos salido, y ponte el casco mojado, los guantes que no entran porque las manos están chorreando... Pero un par de minutos y encima de la moto todo se olvida.
El siguiente punto ha sido Edimburgo, la verdad es que merece la visita, pero no la he disfrutado, hemos comprado un paraguas, recorrido la royal mile, y unas pegatinas para la moto, nuevos países al topcase aunque me espero a ponerlos si consigo que se seque un día de estos. Podríamos haber estado medio día allí paseando, pero lo inapacible del día ha hecho que fuera una visita rápida. Luego visita a Culross y al hotel.
Hoy ha tocado ducha tranquila y cena de señoritos, pero la teníamos ganada, y es que con todo este agua, más agua, y agua no habíamos comido, menos mal que el desayuno inglés de esta mañana era contundente, salchichas, morcilla( algo parecido) , lomo, huevo, fruta, café y tostada, ahora que lo pienso nos hemos pasado, pero oye es lo que nos han ofrecido. De todos modos, ayer la cena fueron unos fideos de esos que hacemos en el hornillo, así que compensamos.
Hoy me quedo con la capilla de la que a penas he hablado, un mini toro que he visto y me ha hecho gracia, unos niños a la entrada de un pueblo que nos saludaban, y nuestra cena bajo una cúpula que me encantó cuando vi el hotel, y que casualidad estaba en el comedor, un tanto especial, con aire de seriedad; elegancia, no sería la decoración elegida para mi casa, pero para la cena de hoy, era perfecto.
Mañana parece que no lloverá pero prefiero esperar a verlo y si no, seguro que algo bueno nos deparará el día. A dormir, que estoy cansada, y tengo frioooooo!!!
Vamos en orden, lo primero ha sido la Capilla de Rosslyn, esta sí que merece la pena, es como la Saint Chapelle en París, sin tener ningún parecido, salvo que ambas son muy peculiares, y donde bien merece pasar media hora disfrutando de su historia. Y mira si me ha gustado que me he tragado la charla en inglés de uno de los que estaban allí para que no hagas fotos y explicar cosas, daba gusto oírle, ponía pasión y ganas, mira que a este no le puntuaron en el cole la exposición oral como hacemos ahora, pero lo ha hecho de diez. ¿Qué ha dicho? Ni idea, solo he entendido la palabra because, capitel y seven pero no me quería ir hasta que acabase, cosas mías. Pues lo dicho, muy interesante, jamás vi una capilla con tantas filigranas en la piedra e historias curiosas, como los motivos de plantas exóticas o de países como América, maíz, aloe vera, etc siendo que se construyó antes de descubrir América, curioso. O ese maestro de la piedra que mató a su aprendiz porque cuando volvió de viaje los celos no le permitieron valorar la columna que su aprendiz había hecho mucho mejor que la suya. O como ahora esa capilla tiene calefacción en el suelo y ha sido restaurada magistralmente( y lo digo yo q odio las reconstrucciones), a raíz de los beneficios por salir en la película de Código Da Vinchi. Vamos que entre la charla del súper Guia, la traducción abreviada que me ha hecho Sergio mientras tomábamos como no, un té y el folleto en español que me había leído en la capilla , he quedado encantada.
Habíamos llegado chipiadicos, o sea, empapados, y esta visita ha hecho que me diera igual la lluvia, bueno hasta que hemos salido, y ponte el casco mojado, los guantes que no entran porque las manos están chorreando... Pero un par de minutos y encima de la moto todo se olvida.
El siguiente punto ha sido Edimburgo, la verdad es que merece la visita, pero no la he disfrutado, hemos comprado un paraguas, recorrido la royal mile, y unas pegatinas para la moto, nuevos países al topcase aunque me espero a ponerlos si consigo que se seque un día de estos. Podríamos haber estado medio día allí paseando, pero lo inapacible del día ha hecho que fuera una visita rápida. Luego visita a Culross y al hotel.
Hoy ha tocado ducha tranquila y cena de señoritos, pero la teníamos ganada, y es que con todo este agua, más agua, y agua no habíamos comido, menos mal que el desayuno inglés de esta mañana era contundente, salchichas, morcilla( algo parecido) , lomo, huevo, fruta, café y tostada, ahora que lo pienso nos hemos pasado, pero oye es lo que nos han ofrecido. De todos modos, ayer la cena fueron unos fideos de esos que hacemos en el hornillo, así que compensamos.
Hoy me quedo con la capilla de la que a penas he hablado, un mini toro que he visto y me ha hecho gracia, unos niños a la entrada de un pueblo que nos saludaban, y nuestra cena bajo una cúpula que me encantó cuando vi el hotel, y que casualidad estaba en el comedor, un tanto especial, con aire de seriedad; elegancia, no sería la decoración elegida para mi casa, pero para la cena de hoy, era perfecto.
Mañana parece que no lloverá pero prefiero esperar a verlo y si no, seguro que algo bueno nos deparará el día. A dormir, que estoy cansada, y tengo frioooooo!!!
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