miércoles, 10 de agosto de 2022

10 de agosto “ Vuelta alAdriático y un poco más “

Desayuno en el hotel, el restaurante muy chic pero la gente fuma dentro y eso que en España está consolidadísimo aquí no y resulta molesto, el desayuno bien salvo por lo que quieren llamar café, el primero del viaje horrible, ya tocaba.

La carretera al principio con algún bache, gravilla etc pero era chula, hemos llegado al primer punto que era un monumento en recuerdo a las víctimas de la guerra de Sutjeska, como todas las batallas lo único que ganan son víctimas y destrucción, hacen monumentos pero sigue habiendo guerras, incomprensible.


De ahí tocaba llegar a la frontera para entrar en Montenegro, madre mía, a veces sin carretera, piedras y más piedras, si había asfalto, los baches, rodearás, gravilla, n dejaban despistarse ni un momento, un poquito de fila y frontera pasada.

El recibimiento de Montenegro ha sido espectacular, tanto que hubiera preferido que fuera al revés, hemos entrado en pocos minutos al cañón de Piva, el primer cuarto de hora no recuerdo ver nada tan mágico y espectacular nunca, la carretera más bonita por la que he pasado, no hemos parado a hacer foto, error, la otra parte del cañón era chula pero mucho más abierta y en el rio se dejaba ver la falta de agua y eso no mola.       


Ya hacía años hambre así que aprovechando la parada al monasterio de Pivski, hemos comido en el parking a la sombra. El monasterio como casi todos los ortodoxos , a destacar sus frescos.  Esta vez, sin restaurar como a mí me gustan que dejen entrever el paso del tiempo. 


Ahora tocaba llegar al monasterio de Ostrog, pués a 4 km de llegar yo he dicho que me quedaba sentada en un banco y que subiera el Morchón, dos coches no cabían así que llevábamos un rato entre tormentas rezando para que no se pararan en medio de uno y no pudiera hacer bien pie, y al llegar a ese banco he visto que aún empeoraba, hasta Sergio ha reconocido al bajar que estaba muy mal que él había hecho nervios al subir solo. El monasterio impresiona desde abajo encaramado a la roca pero desde allí arriba no se percibe esa altitud ni efecto colgante así que me conformo y tan feliz con las fotos de Sergio.

Después la carretera hasta Kotor, rápida, muy rápida, me ha encantado, bueno hasta ver el coche que había volcado y tenía pinta de desastre total. 


Kotor estaba con varios focos de incendios alrededor, la verdad que daba impresión y después de cenar más, espero lo controlen. Hoy ha tocado cena homenaje y nos hemos dado un capricho y lo mejor callejear entre las callejuelas, no tenía yo tan buena impresión de Kotor y me ha encantado, claro que a la hora de la cena ya se habían ido los de los cruceros enormes que hemos visto al llegar, pegatinas, imanes y a descansar.


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