Hoy salíamos cantando bajo la lluvia, aunque a lo que hemos comenzado ya prácticamente era nada. Aún hemos paseado por Skopije para hacer una fotillo a la iglesia ortodoxa de Konstantin y Elena que ahora está cerrada pero ya por fuera llaman la atención sus cúpulas doradas, y de camino a la moto una foto con una de esas estatuas descomunales, esta vez, un toro y un lugareño que se ha puesto en la foto pidiendo limosna pero de manera amable.
Primera parada Tetovo, mezquita de los Naipes, repetimos que es chula y curiosa, entrar lo dejamos para la próxima que hay que descalzarse etc y vamos con los trajes de lluvia, hoy ha sido me lo pongo, me lo quito, me lo quito, me lo pongo ja ja
Las carreteras de hoy han sido chulas, montañas , carreteritas rápidas aunque con atención a baches, rodearás, etc pero llevaderas y a las incorporaciones, porque como en Kosovo, por aquí si se meten se meten, de la misma manera te dejan a ti, pero hay que estar atentos. Y hemos llegado a uno de esos monumentos raros que más bien parecía en recuerdo al Covid pero lo que recuerda es la lucha por la independencia de Macedonia de los turcos.
Curioso, y lo mejor el pueblecito que de camino nos ha sorprendido en la carretera, casas viejas pero con encanto, con varias banderas de Macedonia que casi extrañan porque hasta llegar al lago Ohrid lo que se ven cada dos por tres son banderas de Albania y no de Macedonia.
Y ya por último Ohrid, un paseo por su parte antigua, y visita a la iglesia de San Juan de Kaneo, al borde del lago y la que nos ha hecho hacer una caminata de subir y bajar escaleras importante ja ja.
Ohrid es turisteo y fotos chulas de la orilla del lago con barcas etc.
El último de los puntos era nuestro sitio para dormir, el monasterio de St Naum, al otro lado del lago Ohrid, carreterita de curvas y baches y llegas a esta parte del lago que es especial, sus aguas humeantes, las barquitas, cisnes y restaurantes colocados estratégicamente para hacer las delicias de cualquier instagramer y es que es fotogénico, todo, hemos cenado en el lago en el único restaurante abierto en esta zona, hay partes del restaurante que son plataformas que si quieres y pagas imagino el pluus se despega del restaurante y cenas mientras paseas en la plataforma y con unos músicos locales cantando cosas de aquí ja ja .
La verdad es que con cenar viendo el lago es suficiente, sus aguas son cristalinas y ese humillo que sale del agua le hace ese halo misterioso que engancha.
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