Empezamos el día con Sergio de morros , por qué? Pues porque el es así, me cabreo y punto. El primer pueblecito todo parkings y además no da cambio la máquina por suerte luego vemos q hasta las diez se puede atravesar el pueblo en moto, precioso, hemos parado y hecho foto, espectacular, de los más bonitos. Seguimos, gasolina y la siguiente parada basílica, ídem tema parking, además todos en tierra, las autocaravanas les ponen taco de madera así que la moto genial ains, encima donde no es de minusválido está a tomar viento y luego el acceso… dudoso, la gente dando vueltas como pirulos. Ya en la abadía, mira, no es de pago, vimos una parecida hace dos veranos, redonda, muy pintada, llena de dorados… bueno no es de las que me llaman pero vale. Yo soy más de lo sencillo.
Próximas paradas, dos castillos en la romantichs strasse ya casi en Füssen, parada en la carretera y foto y ya está. El resto carretera hasta parar en Macdonald para coger aire , comer una ensalada y seguir. El calor nos agota y este verano récord de Macdonald en las comidas pero no apetece parar fuera.
Nuevo país con la Ducati, Liechtenstein, capital Vaduz, bueno pues sin más, la gracia de tener el sticker para la maleta y un imán, 6 eurazos y como he dudado entre dos pues luego siempre pienso debería haber cogido el otro, eso lo superé buscando siempre el más feo y más barato pero esta vez de esos no había. Y además seguro que la última vez que vine cogí, pero no me acordaba y como a veces soy rata digo mira que si no cogí.
Dejar Liechtenstein y al entrar en Suiza, bofetón de los que recibiría mil, la temperatura seguía alta (32) para lo que me gusta pero madre mía, los verdes se intensifican, los olores son como si el mejor de los suavizantes o limpiadores de olor a pino concentrados ese uniesen cerca de tu nariz. Una maravilla, yo de verdad que alucino con esas casitas en medio de colinas con parcelas inmensas de césped perfecto, tan perfecto que parece irreal. Quedaba hora y media para el hotel pero de pronto dejo de importarme el calor, las horas de moto… solo quería absorber esos olores, colores… y quería una casita allí, no me importaría perderme aquí.
Al rato comenzaban los pueblecitos ya no tan especiales y el calor, la tormenta que Sergio había anunciado… ni rastro, ya hasta hacíamos cachondeo, pero lo cierto es que hemos cenado en el hotel/ apartamento de hoy con lo que llevamos porque de pronto se levantó un aire inmenso, rayos, truenos.. y el pueblo está a 1,5 km , en ese ratito que normalmente nos gusta andar, hubiéramos acabado chipiados o llevados por el aire en lo alto de una colina.
Así que en la habitación y luego nos hemos bajado a una zona común de trabajo que hay máquina de café gratis, y ni tan mal oye.
Y mañana, toca algún pass de esos que yo… ya veremos tornantis y bastantes horas de moto . Pero eso, ya será mañana
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