Hoy el objetivo… Praga. No queríamos comprar viñeta q es necesaria en autopistas checas así que carretera y manta, pero no esas carreteritas chulas sino carreteras modo autovía que se cruzan con pueblecitos vamos que un sin vivir de 120, 90, 50, y 30km/h, bastante toston.
En medio tres visitas Mesen, Dresden, Bastei y ya Praga.
Mesen, pueblecito con una plaza muy chula y callejuelas que invitan a pasear. Dresden, mucho más grande , una iglesia famosa por haber sido reconstruida casi en su totalidad que por dentro es redonda y parece un teatro, en Dresden de nuevo un Frankfurt para comer que estaba buenísimo, a mi, esos puesteciklos en la calle me encantan. Y por último de ruta Bastei, unas formaciones rocosas que están bien pero me gustó más Bielograchi porque estabas como más cerca, claro que aquí se podían hacer rutas a pie que supongo te adentras más, pero con los trajes y botas de las moto caminatas de dos horas como que no.
Y ya en Praga, la cena de hoy, de las mejores de este viaje, sitio súper chic, servicio súper amable y comida muy buena, típica checa y con un precio muy ajustado.
Después nos hemos dado un paseo por Praga, la verdad es que es una ciudad con mucho encanto pero a Sergio hoy le sobraba la gente y eso es difícil, montones de grupos de gente de celebraciones y borracheras, cantando o hablando fuerte y claro Sergio quería el puente en silencio, ja ja , cuñado se cruza… es como un abuelo gruñon, pero se le quiere igual.
Mañana daremos otra vuelta por Praga y ya seguimos, ya tenemos el sticker de República Checa!!!!, otro país más con la Ducati.
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