viernes, 12 de agosto de 2016

12 de agosto. Llegamos a Lovech. Bulgaria.#RutahaciaelEste.

La mañana ha empezado con un súper desayuno de esos. Que llaman desayuno inglés, con salchicha, huevo frito, judias pintas, tomate, jamón... Vamos de todo menos ligero.
Salimos y... Oh, llueve, será poco? Pues no, ha sido una secuencia tal que así, ahora llueve poco ahora mucho, ahora diluvia, ahora puedo ver la carretera, ahora no veo nada, y ahora menos.
Y esto hasta el primer punto de interés que era una tumba tracia, del siglo IV a.c tela marinera, solo te dejan entrar a una copia, pero aun así merece la pena. Lo mejor, el cuarto de hora bajo la sombrilla de un tenderete esperando ilusos de nosotros a que amainase. Viendo que no amainaba y si cabe el agua ya era torrencial, con casco puesto hemos subido la escalera para ir a la tumba que está en lo alto de una colina, hemos hecho hasta vídeo de la escalera pues por un lado parecía una cascada.

Al ira montarnos en la moto, el casco me ha salvado porque me he dado un leñazo en la cabeza de aúpa, si, con una señal y es que mirar al suelo para que no se te lleve la corriente, con casco y pensando vaya día...tiene esas cosas pero en fin, como nosotros en mojado tenemos más gracia, pues nos ha dado por reírnos. A pesar de la media hora intentando pegar mi ínter comunicador al casco que no se porque motivo, si por los dos mil litros de agua que le habían caído, por el golpe contra la señal o que, el caso que estaba colgando. Al final con paciencia lo ha apañado Sergio, que no arreglaso( vamos que tiene los días contados, el apaño).
Siguiente punto..,el ovni, una especie de macro construcción de esas que podrían salir en la cadena esa de la tele que hacen cosas a lo bestia, discovery max. Sergio estaba impaciente y después de unos cuantos km, un frío que pelaba, una niebla que no se veía ni torta y nueve tornantis más los de la carretera de prohibido el paso que Sergio ha interpretado como se han liado que si se puede pasar.,,hemos llegado, no se veía ni torta, y mira que es grande lo sé, porque a 1 metro ya veías algo. Y no se podía entrar, cerrado y no se cuantas señales de prohibido que Sergio decía no ver, él, apesadumbrado por culpa de la niebla y no poder entrar. Yo casi que me alegro porque aún cerrado me daba un cague que para que. De hecho no tengo foto, pero seguro que Sergio en su crónica pone así que ya sabéis.
Carretera y... Iglesia, ya varios km antes se veían sus cúpulas doradas, por fuera es muy bonita, luego dentro no es tan majestuosa pero mola.

Y parece mentira, ya no llovía, o poco y hornillo en mano m hemos comido en el parking de esta iglesia de cuyo nombre no me acuerdo pero...que a buen seguro Sergio nombrará.
Los últimos 40 km como siempre, da igual que la ruta fuera de 900, 700, 500 o 300 km, siempre estos últimos se hacen pesados. Y así fue pero al llegar a los 20 últimos, la carretera era más bacheada de la cuenta, boquetes y roderas, Sergio ha apretado un poquillo, yo me he abierto el casco porque me dormía y de pronto, me lo he pasado pipa, la moto se traga los baches, roderas, etc como si nada , me encanta ese trote con la moto, yo soy de medio campo ja ja. No me pasa lo mismo en autopista, a partir de los 130, voy en tensión, no disfruto, pero sin embargo con este tipo de asfalto, no muy bueno pero fácil de llevar, y un poco de marcha... Disfruto. Y llegada a destino, hotel bien, cena genial y mañana veremos un puestecillos aquí al lado que parece que mola y tendremos en ruta Cuevas, piedras y promete. 
Pero esa será otra crónica, ahora toca descansar, me quedo con el olor a anís en la ruta, si a infusión de anís , y el verde de unos Pinos gigantes en la carretera del puerto de montaña de Shipka, imprescindible si vienes a Bulgaria, la carretera te abraza con sus ramas como si formasen túneles.
Schusss ser buenos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario