Hoy desayunamos en una gasolinera, pero oye, un acierto, buen café, sentados y con napolitana de chocolate recién hecha buenísima. Además que hoy yo era uno de esos días en que podía empezar ruta, no tenía hambre( serán las cenazas que estamos haciendo?), pero Sergio echaba el ojo cada vez que pasábamos por lo que pareciera un bar, eso me hace sonreír, es genial sentir que alguien se preocupa por ti, y es que al fin y al cabo todos necesitamos sentirnos queridos y yo que soy mujer también me encanta que me protejan y me cuiden, aunque he descubierto que yo misma me valgo, pero sigue siendo especial tener a alguien.ja ja vaya rollo, solo para el café de la gasolinera.
Bueno nos ponemos en marcha, lo primero era llegar hasta una garganta y el lago rosa, o rojo, además allí se supone había unas formaciones rocosas de gran altura etc. De camino, todo tranquilo. Si si, sin caravana, solo pendiente de los rumanos y es que en esta zona hay dos tipos de coches , los negros, generalmente audi y de los gordos y furgonetas blancas, pues con estos cuidado!!!! Y más cuidado, les encanta pegarse a tu culo ya vayas a 90 con la carretera llena agujeros y baches por doquier que a 120 o a 30, se pegan,y en cuanto ven línea continua y si es posible curva... Rassss! Te adelantan, y lo más normal q no precisamente con distancia de seguridad. Ah y un tercer tipo, los rojos, coche rojo significa velocidad de autoescuela o peor. Vamos que donde peor conducen por ahora es aquí, a veces te ponen en apuros.
Las gargantas de Bibaz, merecen verlas, carretera de montaña y paredes que parecen van a juntarse. Pero yo no me quedo ni con las rocas, ni con la carretera de curvas ni con los tenderetes que claro que había, me quedo con unos grandes Pinos que dejan caer sus ramas como señoras elegantes con sus hojas como bailando hacia abajo, parecen desanimados pero a la vez, son majestuosos, su altura impone, su color verde botella intenso y cuando sumas muchos de estos , la lluvia, que hasta resaltaba más su belleza y el olor a naturaleza... Es realmente maravilloso, así que hoy me quedaré con el pino o abeto que no sé bien que es( a pesar de la explicación decSergio claro).
Luego un lago, que no era el rosa o rojo que nos ha dejado bastante indiferentes lo hemos rodeado y nos ha regalado fotos espectaculares. Hemos comido en un banco de la carretera, sospechamos que era parada de autobús, pero vamos, a saber.
Siguiente punto dos monasterios y una iglesia que apareció ahí en medio de ambos.
Los dia eran de ortodoxos. Impone el respeto de los ortodoxos rezando y cantando, no se, parecían salmos y un niño leía a velocidad increíble, eso o que el rumano si es que era rumano como no entendía nada me parecía algo brutal . Las mujeres se tapan el pelo y arrodillan y acordaros santiguarse una y otra y otra vez, ah no se santiguan como los cristianos, ellos empiezan por el hombro derecho y no el izquierdo( curiosidades).
La verdad es que me gusta verlos, y la iglesia, mucho más moderna pero toda pintada por fuera, llamaba la atención, pero dentro había como unas colonias de verano y estaban haciendo juegos, etc con lo que todo el misticismo y ambiente especial que me trasmiten, aquí se perdía, normal, los niños son niños sean donde sean.
Y hoy tempranito llegamos al hotel, como si fuera una ciudad de vacaciones, con piscina, columpios, bicos para los niños, etc etc y habitación de 42 metros cuadrados, quizás demasiado orientado a familias pero espectacular, y más por el precio, 50 euros con desayuno.
Así que a dormir que mañana toca tirada larga,
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