Dos días, y por eso escribo, como me decía Sergio no quieres hacer hoy crónica porque ya no te acuerdas de lo de ayer.
Pues se equivoca en parte Sr. Morchon, en mis viajes los sentimientos priorizan los km, lugares... Y ayer recuerdo llegar a Venecia y el resto ... Es mío y así se queda. No todas las cosas deben ser publicadas aunque se den por entendidas. Quiero guardar algunos momentos como crónica privada( q más me valía escribir q si no...).
Pero eran dos días, así que vamos a hoy.
No ha habido moto, ohhhhhhh!!! Y es que aunque ya estuvimos en Venecia...Venecia merece recorrerla sin prisa, a pesar del calor, de la gente... Pero solo se necesitan dos callejuelas más allá de las que señalan todos los mapas y ves la Venecia del día a día; esa que respira tranquilidad, ese algo especial que le da su estructura con tendedores de ropa de lado a lado de canal, sus ventanas de madera q dejan entrever techos descorchados y casas tan envejecidas y deterioradas como especiales. Y es que Venecia es así, tan vieja como señorial, tan decolorida como especial porque esa apariencia de descuidada parece estar estudiada para que cada escorchón, falta de pintura, puerta destrozada o edificio torcido hagan de Venecia algo maravilloso.
Y por cierto es la segunda vez que vengo y no huele mal, los gondoleros son los italianos guasones y pintorescos del sitio y es que todo el día viendo entregar anillos y buscando la foto con la góndola y el gondolero...o le echan humor o acabarían hartos.
Venecia queda en mi retina y en mi corazón como uno de esos sitios especiales que a pesar de su latido turístico merece la pena.
Además, mañana moto, que para empezar no llevamos mal la cosa y eso sí, este año será por sol. Mañana me fijaré bien en los puños calefactados de la moto porque ayer ... No me di cuenta y un rato los llevé puestos, claro con tanto calor ni percatarme, ains.
Como final me quedo con un momento en la plaza de San Marcos, y la imagen de una niña antes de entrar en Venecia en un campo verde intentando levantar una enorme cometa naranja.
El viaje en góndola... Lo dejaré para cuando venga con mis hijos, a ellos les hará gracia .
Leer tu descripción hasta el momento es mucho más placentera que la de Sergio, se nota que le pones más corazón, sigue así que vas bien.
ResponderEliminarLeer tu descripción hasta el momento es mucho más placentera que la de Sergio, se nota que le pones más corazón, sigue así que vas bien.
ResponderEliminarNo me digas que por fin hubo anillo!
ResponderEliminarNo me digas que por fin hubo anillo!
ResponderEliminar