viernes, 8 de agosto de 2014

Dinamarca que se dice pronto. 8 de agosto de 2014.



Después de dormir seis horas, pues bueno, las agujetas no desaparecen, el culo sigue doliendo y los brazos también.
La cosa empezó muy bien, a pocos km de donde habíamos dormido conseguimos desayunar unos buenos bocadillos y un cafe con leche muy decente, e incluso teníamos wifi. Las primeras carreteras tras un poco de autopista para despedir a las famosas autopistas alemanas discurrieron entre bosques y campos, con sus vacas, caballos, etc. Muy idílico todo.
Mi ánimo iba in crescendo sin una explicación lógica, aunque más tarde la encontré. Hoy ha sido un danés quien en una gasolinera en Dinamarca nos preguntó donde íbamos. Sergio le comentaba en inglés, claro: "y ella ya ves, con una 125". Él estaba ahí de pie con su mujer y dos niños pequeños. Ambos me miraron y ponían cara de desconcierto.
-¿Cuántos dias os quedaréis en Cabo Norte?
-Uno- les dice Sergio.
-¿Uno? ¿Y para qué? ¿Por qué?
- No sé, es un destino típico para quienes andamos en moto, es una  aventura.
Ahí, en ese momento me di cuenta de que mi ruta a Cabo Norte había empezado ahora. ¿Cómo explicar que subes hasta allí para tocar y bajar, y en una 125?
Sí, cuando viajas en moto pones un objetivo, claro, pero no una meta. La meta es ir, volver y empaparte del camino. Esta vez he empezado a disfrutar, cada día más. Ayer canté todo el repertorio de misa que me se durante la última hora y media. Iba con miedo, tensión y entre el alabaré, la golondrina (lo siento, Raquel) y las de la tuna, se me pasó. Hoy al entrar en Dinamarca... Bufff, me he emocionado! Jolín, Dinamarca.
Y de pronto el mar Báltico, realmente me he ido alejando, y cuanto más me alejo más disfruto del viaje, empieza a ser mi viaje, ese viaje que por algún motivo en un momento se torna especial, y es que las cosas especiales son especiales para uno mismo, por eso el pobre danés no comprendía. Y es que tiene razón, pero las cosas sin razón, también pueden ser bellas, porque generalmente son sueños. Yo no soñé y realicé mi sueño, sino que viviendo lo que un día planifiqué (mejor Sergio planificó), hoy, lo voy convirtiendo en sueño.
Ya cansada, grito auxilio y Sergio dice un momento, y tras cinco minutos busca restaurante, a orillas del Báltico un pequeño embarcadero, con mesas, bancos en el muelle encima del mar... sitio perfecto para pasar unas horas, aunque media horita bien aprovechada , también me supo a gloria.
Y es que es ahora es cuando veo el mapa diferente. Antes veía mi ruta de abajo a arriba, hasta ahí subiré. Yo pensaba pero nada se removía dentro de mí por mucho que otros lo vieran como un gran paso. En cambio ahora que veo todo lo que he subido, lo que subiré y lo lejos que queda España ahí abajo... ahora sí me gusta, siento un cosquilleo y me gusta.
Si algo estoy aprendiendo es que ante las situaciones difíciles es cuando yo más crezco, si las cosas te dan miedo, canta, pero fuerte, como ya no lo haces porque da vergüenza, dentro de tu casco, solo tú eres el rey, nadie te oye y estas ahí en medio gritando, es genial.
El puente de hoy, Storebaelt, impresionante, 70 m sobre el mar, he levantado una mano, me sentía importante, es enorme y yo lo estaba cruzando.
Paseo por Copenhague, compramos la primera pegatina, mi imán y cenamos, un buen sitio pero muy caro, tanto como todos los de la zona, quizás queda pendiente la idea del perrito caliente de los kioscos con una cerveza en la misma calle Nyhavn, en el suelo como todos los que no entraban a los cientos de restaurantes como nosotros, pero eso será otro viaje. Hoy, sentados y servidos.

6 comentarios:

  1. Bueno eso de que no te oye nadie...a mi me suelen decir "niñaaaa que me dejas sordo" y es que en los momentos dulces de subidón el Yehaaaaaaa sale desde las tripas.

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  2. Sigue así maña, sigue así disfrutando, sigue así cantando, sigue mirando hacia el sur sin sufrir vértigo, pero sobretodo sigue así de concentrada.
    Te mando para arriba un besote enorme.

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  3. Aún no me acostumbro a verte en moto y hasta me cuesta creerlo pero si eres tu y eres la pera ! Mañana más y mejor

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  4. Enhorabuena por alcanzar tus sueños, y muchas gracias por compartirlos, Envidia no, lo siguiente, jejeje.
    Never give up

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  5. Ánimo! la aventura empieza ahora. Esto era la introducción :-) Este viaje es de los 5 sentidos: Olor a naturaleza y más al norte a pescado, tacto si consigues tocar un reno cuando se cruza en la carretera, vista de esos acantilados y llanuras inmensas (falta memoria para guardar todas las imágenes), escuchar como sopla el viento y los animales, y el sabor del paté/caviar de salmón en tubos (alias comida de gatos). Disfrútalo!
    Si al llegar a "tu bola" se humedecen los ojos, tranquila, es normal, a todos nos pasa en menor o mayor medida.
    Un abrazo

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  6. Ya te ha picado ese venenillo de la moto.
    Se nota en tus letras.

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