domingo, 17 de agosto de 2014

Trondheim, hay vida después de las Lofoten. 17 de agosto de 2014



Nos despedimos de nuestro " maravilloso" hotel de hoy, un colegio para exalcoholicos nos dijo el chico de recepción, y por la pinta de alguno, me lo creo.
Era un sitio raro, pero claro a veces booking en Noruega no hace distinciones. Y 100 eurazos y acabas en una especie de habitación, eso sí con baño, de estudiantes, o en este caso de exalcoholicos, juas. Pero desayunamos decentemente que estaba incluído, y la verdad, el chico de recepción , súper amable.
Sergio arrancaba su moto gruñendo como viene siendo habitual, que si mira la niebla, que si cuando va a dejar de llover... mientras yo justo a su lado, guay, mira parece que quiere salir el sol y de momento no llueve, tengo ganas de salir, hasta con el casco abierto( levantado).
Y es que yo por la mañana me levanto con calor, importantísimo. Porque cuando acaba el día y me he descargado, cosa que aquí es fácil, con la media de 6 a 10 grados, estoy de mal humor, encogida, temblando. En cambio después de dormir tapada hasta las cejas ...genial.
Pues eso que Sergio gris y yo...sí rosa. Y como no iba a ser de otra manera, nada más empezar me doy cuenta de lo tonta que se puede llegar a ser. Ayer llegué a este mismo lugar , enfadada, con frío, sin ver, ni oir, ni oler. Era la misma carretera, los mismos abetos, los mismos rios y lenguas de mar, y no las vi. Ayer no supe apreciar lo que hoy quería mostrar a Sergio,¡ mira , mira y mira!. Al fin oigo un... ¡para, vamos a hacer fotos!, quiero fotografiar el humo que se forma al contacto con el agua, dijo Sergio. Y es que verdaderamente aun saliendo el sol, hacía frío, pero no me importaba.
Paramos en la primera curva y en un trocito de nada, hicimos un montón de fotos. Las nubes se reflejaban en el agua, las montañas, las flores y árboles a nuestro lado hacían de cortina como si no nos quisieran dejar ver todo, y es que habíamos sido unos gruñones, yo por la noche y Sergio por la mañana.
Cuando uno no quiere dar un paso, no quiere ser positivo o no quiere ver, oler, o sentir lo bello que tenemos ante nosotros, ya puede ser Noruega, las Lofoten o el Caribe que no sentiremos nada.
Así que hay que ser conscientes de que de todas las situaciones, momentos y lugares se puede sacar lo más bonito, y como siempre digo, tu actitud hace que todo sea diferente.
Y ya con una actitud más acorde con las vacaciones, donde uno elige hacer lo que le gusta, continuamos.
Hoy era etapa de transición, no teníamos nada señalado como significativo hasta llegar a Trondheim. Aun así pasamos por puentes chulos, nos reímos en momentos tan absurdos como en la comida, de pie, en un área de descanso sin mesa donde una abeja nos perseguía y éramos de risa dando vueltas alrededor de las motos( claro que Sergio es alérgico a la picadura de abeja).
Y bueno, alguna "bronca" que de todo hay, porque claro los momentos rosas de uno no siempre coinciden con los momentos rosas del otro, y esto a veces...¡saltan chispas!
Pero es normal, cosas de la convivencia dentro de una pareja.
Y siguiendo con el rosa, llegamos a Trondheim, una vez dejadas las motos, comprobamos que el hotel era hotel, con una súper cama, cuarto de baño, bufff hasta espejo de aumentos, ja ja y secador. Vamos que la ducha ha sido un regalo, con el agua hirviendo como a mí me gusta.
Hemos cogido las gorras, por eso de la lluvia y las cámaras y al embarcadero. Por fin, vida después de las Lofoten, muy bonito, y no había sol, ni había ambiente, ni gente, ni arco iris, pero es muy bonito, y lo he visto porque quería verlo, he sentido el frío como fresco( bueno al final casi demasiado) y los colores intensos aun sin sol.


2 comentarios:

  1. Muy buena reflexión Belen...

    ... seguid disfrutando de vuestro viaje, saludos al DOC

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  2. Las fotos son geniales pero y la gente del lugar donde están ? Hoy más y mejor ja ja ja

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