viernes, 15 de agosto de 2014

Las Lofoten embrujan.15 de agosto de 2014.




Hasta llegar a las Lofoten teníamos todavía 300 km, continuamos la serie que comenzamos ayer. Fiordo grande, fiordo pequeño, ahora más ancho, ahora más estrecho, pero todos espectaculares. La verdad es que varias personas me habían contado que querían ver los fiordos en Noruega. En cambio yo, por desconocimiento, naturalmente, no le daba importancia.
La pena es que hoy, de nuevo, la lluvia nos seguía aunque fuera intermitente. El frío, que mañana ya no me pilla. me pondré los guantes con las baterías, calefactados, me da igual que Sergio pueda aguantar sin tiritar. Soy friolera, ¿y qué?
Paramos a comer justo a la entrada del puente que cruza a las Lofoten. Claro que aquí, eso de los puentes y los túneles se lleva mucho. Pero no túneles cortitos, a veces dan un poco de claustrofobia, 7 km de túnel es mucho túnel. Pues son así, ahora de 4km, ahora de 7, ahora un puente enorme, ahora otro túnel que se mete debajo del agua.
Y ahí mismo, apoyados en el cartel que mostraba las Lofoten, comimos nuestras ensaladísimas. Lo que hubiera dado yo por una sopa, pero en fin, luego... un chocolatico en la cafetería, que como en muchos sitios, con su wifi libre y todo, genial.
Cruzando ese grandioso puente estaba expectante,  Sergio habla mucho de lo que le gustaron estas islas y aun con lluvia y niebla que no me dejaba alcanzar con la vista el final de las montañas, veo que esto es otro mundo.
Es como los escenarios de Parque Jurásico, naturaleza en estado puro. Las aguas cristalinas cambian de color con la luz del sol o la sombra de las nubes, verdes turquesas, cristalinas, azul fuerte.
Y las montañas verdes, de un verde intenso, donde se entremezclan toda la gama de verdes habidas y por haber. Mis ojos no podían acaparar todo lo que veía, "Belén, mira hacia delante", me decía Sergio. Luego era él quien me pedía que fuera más despacio.
Y es que no puedes parar en cualquier sitio y dan ganas de parar cada 5 minutos.
Las cascadas más espectaculares, las montañas más inalcanzables y bonitas, los fiordos más serenos, eso son las Lofoten.
Antes citaba Parque Jurásico porque son paisajes brutales, pero si fuera directora de cine, aquí situaría yo la película de Peterpan y Campanilla. Es una de mis preferidas dentro de este género, que no es el que más me gusta. Pero esos dos personajes me resultan entrañables. Yo podría ser campanilla, oye que vaya tipazo aunque pasen los años, algo gruñona pero sensible y locamente enamorada. Y Sergio, perfectamente podría ser Peterpan, ese loco aventurero, pensando siempre en volar, con espíritu inquieto y soñador, solitario y enamorado de los viajes.
Veis? Las Lofoten embrujan, he acabado haciendo una peli, cuando lo que intentaba era describir unas islas, pero no cualquier isla, son las Lofoten y de verdad, cautivan, MUY RECOMENDABLES.



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